Hoy fue el inicio de la primavera y todos en la sabana
andaban corriendo hacia todos lados, porque en cada casa se celebraría esta
fiesta tan esperada.
En la sabana las estaciones son muy celebradas, porque todo
cambia, todo se pone en movimiento y eso para los animalitos es motivo de
celebración desde siempre.
Cada pequeña madriguera, cada hogar de los animalitos es un
jolgorio y que si me pongo a explicarles tardaría mucho así que mejor leamos
que nos cuentan nuestros amigos los animalitos de la sabana...
Zassssssssssss ..... paso rápido el conejo que casi se lleva por
delante a la Guacharaca, quien no perdió tiempo y comenzó a gritarle "Eres
un loco conejo, tienes que ver por donde caminas, no viste que yo estaba
delante casi me tumbas y bla bla bla", así se pasó todo el día. Y el
conejo paso tan rápido que no se dio cuenta del error que había cometido y por
lo tanto no se disculpó, no porque no quisiera sino porque no llego a darse
cuenta del error.
Ya entrada la tarde cuando casi todas las casas estaban limpias y
adornadas, la señora Cunaguaro invito a la mayoría de los vecinos a pasar por
su casa a tomarse un miche, porque como ella era de la zona de los Andres,
sabia preparar esta bebida que es muy sabrosa.
Todos los vecinos fueron pasando por la casa, bailaban, probaban
el miche hablaban de lo bonita que era esta temporada del año, y así cada uno
era muy feliz compartiendo con sus vecinos, y aun cuando en días anteriores o
meses antes no se hubiesen entendido en este momento todos marcaban una pausa a
los conflictos y celebraban esta fiesta.
Era muy gracioso ver al cocodrilo bailar con la garza, todos
pensarían que se la comería, pero NO, la que se la comía era la garza, por como
bailaba, era el alma de la fiesta, bailaba todos los tipos de música que le
pusieran y sacaba a bailar a todos, pero con quien más le gusto bailar fue con
el cocodrilo.
Y el tucusito que les cuento que hasta se patrio una patita porque
saco a bailar a la vaca y la vaca que no sabía bailar lo piso y hasta ahí llego
la patita jejejejejjeje pobre tucusito y pobre vaquita que luego a la gente le
dio miedo sacarla a bailar.
Otra pareja muy elocuente fueron la gallina y la mapanare que sin
tener manos tenía unos movimientos increíbles, hasta bailaron reguetón
imagínense.
De verdad este año fue un éxito se le escucha decir al Delfín
mientras conversaba con el Cardenalito.
Tú has visto que compartir tan bueno y alegre, yo no lo había
visto en años dice el Delfín. El Cardenalito le dice tienes toda la razón, yo
ya no aguanto las patitas de tanto bailar esta fiesta se ganará un premio
seguro.
Y de repente en medio de la conversación con el Delfín, voltea a
ver fuera del solar de la casa de la señora Cunaguaro y ve a la Guacharaca.
Este queda completamente atónito, tanto que no aguanta y sale corriendo a
preguntarle.
¿Oye Guacharaca como estas? tenía tiempo que no te veía, le dice
el Cardenalito
Si es verdad he andado por ahí por eso no nos hemos visto, le
responde la Guacharaca.
Y tampoco he escuchado tus anuncios que haces cuando raya el sol
en la mañana y al final del día vuelve a decirle el Cardenalito.
Si es verdad he andado por ahí en otras cosas por eso no me has
oído.
Y cuéntame entonces que has hecho que cosas interesantes te han
pasado le dice el Cardenalito
Con una frase cortante en la conversación la Guacharaca dice y tú
por que no vas a interrogar a otro de tus vecinos.
El Cardenalito con mucha paciencia le dice claro que, si ahora más
tarde seguro iré, pero mientras déjame invitarte a un miche para que lo pruebes
está muy sabroso.
La Guacharaca cada vez más grosera le dice no has entendido que no
quiero moverme a ningún lado ni hacer nada.
El Cardenalito que tiene la virtud de la paciencia y la humildad
que se le dio cuando sus plumajes se colorearon con la sangre de Dios, al ver la
actitud de la Guacharaca se dio cuenta inmediata que estaba enferma o del
cuerpo o del alma, pero no estaba normal.
No era la Guacharaca que no cuando comenzaba a hablar no había
quien le cerrara el pico, la Guacharaca alegre, la guacharaca que era el alma
de las fiestas.
Inmediatamente se dio cuenta e hizo lo primero que todo buen amigo
debe hacer, colocarse al lado callarse un rato y acompañarla, solo es estar ahí
un rato antes de si comenzar a hablar nuevamente.
Y con la confianza que podrían tener le pregunto directamente, que
hace que estés con esa apatía, que te ha sucedido que está haciendo que tus
aminos estén por el piso y que no tengas motivación por nada.
Y así estuvo hablándole como 15 minutos, pero de forma directa sin
rodeos y sin ofensas no juicios solo diciéndole la verdad directa, pero con
respeto de amigo.
Y luego de mucho rato le confeso que ella sentía que no la tomaban
en cuenta y lo que derramo la gota fue el conejo en la mañana que casi la
atropella y no le pidió disculpas.
Ahí entendió el Cardenalito que la Guacharaca estaba mirando su
postura desde una esquina y no desde el centro y como amigo llamo al conejo y
le conto. Inmediatamente el conejo sin dudarlo pidió disculpas de corazón y le
prometió que de ahora en adelante correría con más cuidado.
Y así poco a poco mientras la Guacharaca hablaba con el
Cardenalito pudo darse cuenta de que todos sus temores y malentendidos era
fantasmas de su imaginación.
Y así aun no muy tarde al darse cuenta, cambio se fue a bailar a
gozar su fiesta con sus vecinos.
Colorín colorado hemos vuelto con los cuentos a tu lado.
Moraleja: No todo lo que brilla es oro y no todo lo que no brilla
es malo.
El sentimiento de la Apatía es una mala compañía nos aísla nos
aleja de los amigos, nos hace huraños, mal educados, nos hace ver fantasmas de
situaciones que no existen.
Si contamos con un buen amigo o amiga apoyémonos en ellos y
nosotros también apoyemos a otros, que aun cundo podamos ver mala actitud en la
persona que decimos amigo, es que seguro algo le ha pasado no es gratis esa
mala actitud.