lunes, 12 de diciembre de 2011

El Tatara tatara Abuelo


Hoy amaneció lloviendo como es costumbre durante los 6 meses que dura la temporada de lluvia, el agua es un vital recurso para todos los seres vivos, seguramente si leemos entre líneas cuando se creó el mundo por ahí escondido en algún párrafo seguro decía que lo primero que hizo el creador fue el agua, ¿para qué? seguramente para que luego de un día de tanta creación tomarse un vasito de agua a su gusto, porque a todos nos gusta de diferentes maneras, a unos nos gusta fría con hielo a otros nos gusta calientita con algunas hierbitas adentro como el tilo, la manzanilla, la menta y mil más, y a otros les gusta con alguna fruta y le llaman jugo.

Tío tío tío ¿y a ti como te gusta? Pregunto uno de los sobrinos, bueno a mí me gusta fría en el día, con alguna fruta luego de algunas comidas y con un poquito de Tilo por la noche para dormir como un bebe; jejeje y todos rieron, el sobrino más pequeño dijo Tío a mi gusta con leche y cereal, todos siguieron riendo y cada uno fue diciendo como le gustaba.

Y claro estaban muy felices porque estaban con la familia compartiendo y contando anécdotas, cuentos e historias; estas eran las vacaciones de la escuela en la fecha en que una estrella brillo como nunca había pasado ni pasaría, anuncio que por allá, por el oriente en un pueblito muy pequeño en un establo paso algo que nos dio la mayor felicidad que podamos tener, nos dio la esperanza.

De repente el abuelito asno bajando las escaleras dijo, ¿quieren que les cuente una historia que le paso a su tátara tátara tátara abuelo?, todos con los ojos saltones y brillantes dijeron SISISISISISISISISI, claro el abuelo contaba historias maravillosas, se sabía tantas que a veces podían pasar horas y días contando historias.

Bueno les dijo, esta historia le paso a un familiar nuestro que vivía allá en aquellas tierras remotas, muy lejos de los que hoy es nuestra bella sabana; aquel sitio era árido, no había tanta lluvia que hiciera crecer los arboles hermosos que tenemos aquí, ni la hierba tan maravillosa, pero aun que ellos no tenían todo esto tenía otras cosas que los hacía inmensamente felices, ellos tenían unas pequeñitas sabanas que llamaban oasis, estos estaban en muchos sitios y eran muy lindos, la madre naturaleza les regalaba a estos sitios una riqueza de árboles, frutas, agua y bueno todo para que los animales de esa zona pudieran estar muy felices y contentos.

Abuelo y ¿qué le paso a nuestro tátara tátara tátara abuelo? A si si jejeje perdón es que me distraje un momento; bueno a nuestro familiar le paso algo maravilloso, tanto que se volvió el asno más famoso de la historia, no ha habido un asno más famoso que nuestro pariente, vamos a ver la historia fue algo así.

Un buen día nuestro pariente paseaba de vuelta de un oasis y vio a unos humildes y nuevos papa y mama que iban caminando, pero vio que la mama estaba muy cansada porque ya le faltaban pocos días para que él bebe naciera, al ver esto su Tatara tátara tátara abuelo sintió un profundo amor por ese papa y mama y se puso a su lado ofreciéndoles llevarlos a donde ellos quisiesen, y aun que su tátara tátara tátara abuelo era muy fuerte y podía cargar al papa y a la mama, el papa que era de un corazón puro y no quiso aprovecharse del buen gesto de nuestro familiar y monto a la mama y él fue caminando al lado de nuestro pariente.

El abuelo aprovecho para decirles y explicarles la importancia de la solidaridad, y de la bondad de que no debemos de aprovecharnos de la solidaridad ajena, mucho menos de la bondad que es un don, por que podríamos perder mucho más; el más pequeño dice abuelo, mi hermano se aprovecha de mi bondad y el abuelo con una sonrisa de orgullo le pregunta ¿por qué lo dices?, bueno porque yo dejo mis juguetes escondidos para que nos duren más y el los agarra y juega con ellos, ¡es que no me los presta! dice el hermano mayor que estaba sentado cerca de las escaleras, el menor dice ¡es que los guardo para que nos duren más!.

Por la gran experiencia que tienen las personas mayores como el abuelo, inmediatamente toma de la mano del más pequeño lo abraza y le dice te quiero, luego toma al más grande lo abraza y le dice te quiero también y le pregunta al pequeño, ¿te gusta estar aquí en familia contando cuentos con tus hermanos y tus tíos y este abuelo viejito?, sin pensarlo dijo sisisisisisisi abuelo, ¿te imaginas que serían de estas reuniones si ninguno se dijera lo mucho que se quiere y nos contáramos historias? sería muy triste y aburrido dice el más pequeño, ves ¡así es jugar con tu hermano sin ninguno de los juguetes! tú tienes que sacan los juguetes para compartir muchos ratos y luego contar historias sobre esos ratos, jejejeje es verdad abuelito tu si sabes mucho.

Abuelito y ¿a nuestro familiar que le paso al fin?, bueno pues al llegar al establo la mama durante la noche dio a luz a un bebe que era hermoso y seguramente muy importante tanto que hasta una estrella vino se paró sobre el pesebre y nos ilumino todo y tanto que necesitaba la mama, cuenta su tatata tatara tátara abuelo que la estrella le dijo a todo el mundo y llegaron de muy lejos un caballo, un elefante y un camello muy amables y todos muy cordiales, él bebe que nació ese día le quito a su tátara tátara tátara abuelo todos los pesares lo lleno de mil felicidades y por lo visto a casi todos los demás, y estuvo junto con el siempre, hasta una vez que entraron en una ciudad y le ponían unas palmas a este bebe que ya no era un bebe ya había crecido, pero su tátara tátara tátara abuelo vivió todo eso, pero esa es otra historia que después contaremos.

martes, 30 de agosto de 2011

Din Din sin Calcetin


Ahhhhhh hay que frio dice la abeja Mariluz que está saliendo a trabajar temprano, ahhhhhh hay pero que fría amaneció esta mañana la mañana.

Ya se voy a aletear fuertemente las alas para así calentarme, y aleteo y aleteo y si se calentó pero quedo agotada para poder salir.

Tanto aleteo que al sentarse ella se durmió nuevamente y el grupo la dejo.

Al despertar unas horas después se da cuenta de que la habían dejado y muy enojada a escribir su queja se dispuso.

Mientras colocaba cada letra, más se acordaba de veces que no la habían esperado y la habían dejado.

Poco a poco cuando ya tenía como cien páginas escritas de todas las quejas que podía recordar, comienzan a llegar sus compañeras y amigas de trabajo.

Una a una fueron llegando y más encolerizando se fue poniendo la abeja Mariluz, cuando creyó que ya todas habían llegado con grito fuerte las fue llamando y todas congregando.

Y una a una fue descargando y diciendo todo lo que molesta se encontraba y como la habían dejado y no despertado.

Con la misma rapidez que ella les decía todo lo copiado con esa misma rapidez sus amigas abejitas se retiraban llorando y tristes; una a una hasta la que pensaba era la última.

Y al quedar sola en la entrada pensó que lo había hecho bien por qué haber dicho lo que sentía sin contemplación, decía "ASI DEBE SER UNO, DEBE DECIR LO QUE LE MOLESTA AUN QUE OTROS NO ESTEN DE ACUERDO, SOLO SIENDO SINCERO ES BUENO".

Pero sin saber faltaba el abejorro Calcetín que al toparse con un tucusito en una cayena se le había hecho tarde para regresar, este sin saber nada de lo sucedido, al ver a su amiga en la entrada de la colmena se alegra muchísimo y apura el paso para saludarla.

Como venía tan distraído y contento, saluda en un arrebato y no la deja hablar, y comienza a decirle como entre todas las demás abejas habían realizado su trabajo y habían pensado en que ese día se lo regalaban todas para que ella pudiera descansar y no pasar frio por que la querían mucho, porque querían que se sintiera la más querida de todas las abejas ya que era la menor de todas.

Y así siguió contando las maravillas que todas habían hecho ese día, y que al llegar iban a realizar una reunión de abejas para contar historias y pasarla bien todos juntos.

Con cada palabra que pronunciaba el abejorro calcetín que llego de ultimo despistado, la pobre abejita Mariluz que se había quedado dormida, se sentía muy triste y muy triste, hasta que no pudo más y estallo en llanto, tanto que inundo toda la entrada.

El abejorro desconcertado, pregunta extrañado, que pasa? por qué lloras tan sin consuelo?, y esta comienza a contarle a él lo mal que ha tratado a sus amigas pensando que siendo sincera era lo correcto.

Aun más sorprendido el abejorro le dice a la abejita Mariluz, todo entuerto tiene un arreglo, pero primero debes reconocer tu mal proceder aunque sin intensión lo hayas realizado.

Y la abejita Mariluz contenta por el plan del abejorro calcetín se sienta y espera el llamado que calcetín hace a todas las abejas.

Una vez ahí todos, Mariluz hace una obra de teatro sobre lo sucedido en el día, y al fin pide disculpas por no preguntar antes de reclamar, y de juzgar antes de revisar.

Y como todas las abejitas lo único que querían era ver feliz a su amiga, sin rencor ninguno abren otra vez su corazón y todos felices.

Y hasta aquí este cuento ha finalizado, y una moraleja nos ha dejado; "La razón es una circunstancia que dependiendo de tiempo, el momento y las personas que nos rodean, a veces hay que tomarla en cuenta y otras veces no, pero la caridad más sin embargo la podemos usar siempre y siempre estaremos seguros que usándola siempre tendremos la razón".