lunes, 18 de enero de 2016

El Búho y el Ratón

Una vez cuando ya había pasado la primavera en la sabana, el calor comenzaba a sentirse nuevamente y cada uno de los animalitos buscaba refugio del sol de día y del calor en la noche.

Estando el ratoncito Baltazar en su casa se le ocurre decirle a su mejor amigo q vaya con él en busca de un mejor lugar en la planicie de la sabana y así lo hicieron se fueron juntos a ver como hacían para tener un mejor lugar para sus familias.

Baltazar conocía bien el camino y lo q tenían q hacer, pero el otro ratoncito no le gustaba escuchar y siempre que Baltazar le decía "ven vamos por aquí" el hacía de las suyas para q fueran por el otro lugar y así fue siempre.

De repente llegaron a un buen lugar no tan bonito como de donde venían pero si lleno de posibilidades, y Baltazar que conocía mejor el sitio le dice a su amigo como deberían de resguardarse si los planes no les va bien o si viniese el búho y se los quisiera comer.

La soberbia del amigo no le permitía ver que su amigo se estaba ayudando a si mismo pero también lo estaba ayudando a él.

Y pasaron varios meses todo iba muy bien, hasta que llego el búho.

O susto se pegaron comenzaron a correr de un lado al otro, no sabían como actuar por que no estaban preparados, todo lo que le había dicho Baltazar a su amigo que hicieran no se había hecho.

Se encontraron entre la espada y la pared, que gran dilema, que fortuna tan malvada, como podrán salir de esta?

Baltazar corre donde su amigo y le trata de ayudar pero su amigo sigue siendo un cabeza dura y no escucha, más bien ataca a Baltazar y lo saca de la pequeñita cueva en las raíces de un árbol que estaba junto al rio.

Baltazar el pobre se encuentra ahora sin su amigo y sin un lugar donde es guarecerse y protegerse, de pronto el Gran Búho aparece y cuando se lo va a comer, al ver que valientemente el ratoncito no intenta correr ni protegerse se llena de intriga y se posa levemente a su lado.

Baltazar temblando de miedo le dice al Búho si lo que vienes a meterme más miedo antes de comerme, es mejor que me comas rápido, el Gran Búho mas se intrigaba, y le pregunta no ves que te voy a comer por qué quieres que te coma?.

Baltazar la dice no quiero que me comas pero si voy a correr sin lugar a donde esconderme es preferible no ilusionarme con un escape que no voy a tener, y no por cobardía sino por honorabilidad enfrento mi destino.

Diciendo estas palabras y el Gran Búho le dejo; hasta hoy Baltazar no entiende por qué el Búho no se lo comió; y del amigo ya nadie sabe nada.

Y colorín colorado hasta el próximo cuento esperado.

Moraleja: El honor es admirado por amigos y enemigos, es lo único certero que se tiene.

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