Estaba
llegando a su casa el morrocoy cuando de pronto vio a un Tucán llorando, al
verle el morrocoy lo invito a su casa para que se tomaran una sopa, a lo que el
Tucán no pudo decir que no.
Mientras el
Morrocoy hacia la rica sopa con la rapidez que los caracteriza, le iba
conversando al Tucán de cómo le había ido en el día, que como generalmente es
un poco lento y que no le daba tiempo en el día de terminar todas las tareas
que le gustaría hacer.
También le
contó que vio a la Sra. Vaca junto a la vereda muy emocionada porque ya su
becerro está corriendo muy rápido, y que al pasar por la loma la que está junto
al árbol de semeruco ya estaba cantando la chicharra anunciando que muy pronto
las aguas vienen a regar el suelo.
Así se pasó
todo el rato pero nunca le pregunto qué le pasaba, nunca lo invito a que le
contar el porqué de sus lágrimas.
El Tucán poco
a poco se fue sintiendo muy bien y desde de un largo rato y ya dispuesto para
comer, le dice al Morrocoy, quieres saber por qué lloraba?
No responde el
Morrocoy, sorprendido le pregunta por qué?
Fácil dice el
Morrocoy yo te he invitado a mi casa a comer esta rica sopa porque quiero que
te sientas mejor, porque quiero apoyar a un amigo que eres tú, pero no quiero
compadecerme de ti eso no es de amigos, así es que si necesitas algo solo
pídemelo y si puedo dárselo lo haré sino te diré que no, pero nunca me pides
que te comparezca; ahora bien si necesitas que te escuche solo eso con todo
gusto lo haré si eso te hace sentir mejor.
Fíjate le dice
el Tucán eres sabio amigo mío, lo primero que pensé cuando me invitarte a comer
es que quería saber que me pasaba para contárselo a los demás, y por eso no
dije nada, luego mientras me contabas tus anécdotas del día fue bajando mi
suspicacia para dejar entra el buen ánimo.
Con solo el
compartir ya me siento mejor y veo que mi problema que era que no me daba
tiempo en el día veo que otros la tienen peor así que me da pena haber visto mi
problema tan grande.
Y comenzaron a
comer y siguieron hablando y hablando hasta que se hizo muy noche, pero esa
conversación se las contaré en otro cuento.
Y colorín
colorado este cuento ya no ha de ser continuado.
Aprendizaje: El
valor de la compasión y el no juzgar a nuestros problemas como muy grandes sin
haber podido ver el mundo en general.
Moraleja: Que
los problemas no nos quiten la alegría, solo que nos ocupen para resolverlos
pero nada más.
Además si de
verdad quieres ayudar a un amigo no le trates de interpretar su vida solo
acompáñalo el resto ya solo Dios dirá.