No quiero que pase un día más sin poder contarles a Uds.
mi Historia, les dijo el gran abuelo cunaguaro.
Cuando aún no había venido al mundo, un día mis padres
se encontraron y mi Madre quien es intuitiva pudo ver en el interior de mi
padre que ahí habitaba yo por eso su naturaleza era bella.
Inmediatamente su cuerpo comenzó a emitir un olor bellísimo
que la naturaleza solo lo permite cuando a uno le gusta una persona ese olor se
llama química.
¿Por qué se llama química le pregunta su nieto, química
no es lo peligroso que le ponen a las plantas para que no le nazca al lado la
hierba mala que le quita su alimento a las plantas?
El abuelo muy contento le dice, estoy orgulloso de ti porque
eres muy observador, pero no’ no solo se le llama química a eso, se le llama química
cuando a nosotros nos gusta alguien, es ese sentimiento de bondad que
encontramos en el otro junto a un aroma que no sabemos definir exactamente, por
que funciona diferente para cada quien, pero que nos hace quitarnos por un
momento nuestra capacidad de limitar al otro ser, para entrar en querer estar y
compartir con ese otro ser un gran tiempo o a veces poco tiempo.
¡Ahhhh abuelo entonces nosotros tenemos química porque
todos tus nietos queremos estar contigo!
El abuelo suelta una lagrima y le dice claro que sí.
Continuemos les dice; entonces mis padres se encontraron
y de ese encuentro en el interior de mi madre mi padre le regalo su parte de
bondad y belleza que era yo, desde ese mismo momento amo a mi Madre.
Ella trabajaba mucho con la flores del campo, las
flores le hablaban y le decían donde querían estar y muchas cosas más, el
hablar con las plantas es un don que no todos podemos tener y madre lo tiene.
Una noche una de las flores por envidia que mi madre
trataba a todas las flores igual, queriendo ella ser la flor que más luciera,
llama a mi madre y le pide que le haga un arreglo con ella, mi madre le dice
que sí que con todo gusto; pero zassss mientras hacia el arreglo tropezó con un
piedra y cayó por un lomita, yo que estaba en su interior trate inmediatamente
de sostenerla con cada golpe que se daba al caer pero como aun no tenía fuerzas
porque estaba muy pequeñito me lastime mi brazo que aun hoy día tengo lastimado
y que a diferencia de otros es el recuerdo de que trate de ayudar a mi mama.
Así fue como fui creciendo mi mama me cuidaba y yo
cuidaba a mi mama y cuando ya estaba lo bastante grande en su interior unos meses
después comencé a decirle a mi Mama que quería venir a la pradera a ayudarla, a
darle amor, a darle algunos travesuras, a darle aliento cuando llegase cansada,
y sobre todo a decirle que nunca podre’ pagarle su gran amor por dejarme venir
al mundo y escoger la vida antes que la soledad.
Es así como hoy les cuento esto para que vean que cada
una de nuestras madres seguramente les pasó igual y así como yo respeto, cuido,
protejo, trabajo y amo a mi Madre su tátara abuela, Uds. deben hacer lo mismo
con sus padres.
Quiero que alguno
me diga porque tenemos que hacerlo.
Inmediatamente 3 de sus nietos suben la mano y dicen
yo yo yo; a ver uno por uno.
¿El primero dice porque nuestra madre nos ama?
¿El segundo
dice porque nuestra madre trabaja para nosotros?
Y el tercero que estuvo siempre muy atento dice abuelo
tenemos que hacer todo eso que nos dijiste y también hacer lo mismo con muestro
padre porque nosotros somos una parte de ellos y quien se hace daño a sí mismo,
nadie se hace daño a si mismo?
El abuelo los abraza y les dice los amo con todo mi corazón
Uds. van a ser unos grandes cuando crezcan.
Y colorín colorado este cuento ha finalizado hasta la próxima.
Este cuento es dedicado a todos los padres y en especial a las madres solteras que hacen de este mundo un mundo lleno de amor y con su trabajo arduo les enseñan a sus hijos que l amejor forma de ser alguien y que te respeten es con el trabajo duro y el amor y respeto por los demas.